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Parto por cesárea. Otra forma de nacer.

Beatriz Gisbert Morant • 12 de abril de 2021

Cirugía a veces necesaria para garantizar el bienestar del bebé y de la mamá.

En este post intentaremos explicar los "pros" y "contras" de esta intervención respecto al parto vaginal.

¿Qué sucede en la cesárea?

La cesárea es una intervención quirúrgica mayor, no exenta de riesgos y posibles complicaciones, como todas las intervenciones quirúrgicas. En este caso, se van a seccionar y atravesar los siguientes planos para llegar al bebe: 

• Piel
• Tejido graso
• Fascia
• Músculo
• Peritoneo visceral 
• Útero

Una vez se ha producido el nacimiento van a ir cosiendo los tejidos de tal forma que se suturan en tres planos:  el útero, los músculos y la piel. Por eso muchas veces se producen adherencias y fibrosis en la cicatriz que suponen tirantez, acorchamiento y molestias.

¿Por qué se realiza esta intervención?

El parto es un proceso fisiológico natural y la cesárea debería ser realizada cuando es necesaria, bajo el criterio médico. Las causas que llevan a que un parto sea por cesárea son múltiples pero destacamos positivamente el mayor control materno-fetal y la precoz detección del sufrimiento, junto con una tendencia a una mayor intervención y medicalización de la asistencia al parto.

A veces se hace necesaria esta intervención cuando...

1. Se valora peligro del bienestar materno y/o fetal durante el nacimiento. Puede que el parto se inicie espontáneamente y no evolucione adecuadamente, poniendo en riesgo la salud del bebé o de la mamá. A veces se valoran complicaciones y termina en cesárea. 

2. Puede que el parto se inicie artificialmente (lo que llamamos parto inducido, con prostaglandina y/o oxitocina artificiales). Durante el parto natural de forma automática se producen estas sustancias en el cuerpo de la mujer, lo que inicia las contracciones y el inicio de la dilatación.  En el parto inducido se provoca el parto con las hormonas incorporadas de forma externa. Si el trabajo de parto no progresa como se esperaba, no evoluciona adecuadamente, no se dilata el cuello uterino a pesar de la estimulación, puede que termine en cesárea. Si se ha provocado prematuramente, antes de la semana 40, es fácil que así suceda.

3. Otras veces se planifica directamente una cesárea porque se estima que el trabajo de parto puede suponer un peligro para la salud o el bienestar del bebé o de la mamá. Entonces el médico programará la intervención. Cuando se decide hacer cesárea de primeras, se denomina "cesárea de elección". Por ejemplo: Un problema importante previo de salud de la madre, incluso un problema importante de suelo pélvico puede justificarlo, un bebé muy grande, falta de líquido amniótico, una mala disposición del bebé para nacer (por ej."bebe de nalgas") … pueden ser algunos motivos para una cesárea de elección. El criterio en este caso siempre será médico. 

4. Por último, en otras ocasiones, desgraciadamente es la mamá la que solicita la cesárea porque tiene miedo al parto y prefiere la operación. Es otra manera diferente de nacer. El bebé no atraviesa el canal del nacimiento porque se cree que es un estrés para él, cuando la mujer y el bebé se han estado preparando durante 9 meses para ese momento. Animaríamos a estas madres a prepararse e informarse. Es natural tener miedo ante lo desconocido, pero con información, acompañamiento y supervisión adecuados el parto vaginal es además de seguro, menos agresivo para el cuerpo de la mujer que la propia cesárea. 

Tanto el parto vaginal como la cesárea tienen sus complicaciones, incluso la epidural o cualquier medicamento. Si se supervisa y se respeta el proceso, la inmensa mayoría de los partos suceden sin problemas. 

Parto por cesárea VS Parto vaginal
 
- La recuperación de un parto por cesárea suele ser mucho más lenta que la de un parto vaginal que haya transcurrido sin complicaciones, ya que la cicatriz es mayor y los tejidos deberán ir cicatrizando poco a poco. En un parto vaginal la mamá acude a fisioterapia tras mes o mes y medio y tras una cesárea debemos esperar mínimo un par de meses.

- La cicatriz de la cesárea molesta y dificulta la autonomía de la mamá tras el parto, lo que puede repercutir negativamente en la atención y cuidado del bebé y la lactancia. La mamá necesita más apoyo de su entorno en las primeras semanas tras la cesárea. Recuerda que es una cirugía mayor, se realiza en quirófano.
La cicatriz visible queda en la parte baja del abdomen, pero en los planos profundos la incisión es vertical para no dañar tanto a los músculos y requiere de ciertos cuidados para evitar que se adhieran unas capas con otras de tejido cicatricial. También las cicatrices internas serán tratadas y son importantes para el proceso de recuperación. 

¿Pero además de la afectación a nivel abdominal, también el suelo pélvico se ha visto afectado?  
Con mucha frecuencia se tiende a pensar que en los partos por cesárea el suelo pélvico de la mamá no se ha visto afectado ya que el bebé muchas veces finalmente no ha pasado por el canal del parto. En parte es así, siempre que no se haya iniciado el trabajo de parto.
Sin embargo, existen varios factores que se dan durante el embarazo que sí han modificado el suelo pélvico sea cómo sea el parto al final, como son: 

• Aumento de peso y sobrecarga ponderal. El que soporta el peso del bebé y los órganos es el suelo pélvico.
• Cambio postural y desplazamiento del centro de gravedad hacia delante. 
• Modificaciones en el tejido conjuntivo por las hormonas como la relaxina y la elastina.

- Tras un parto vaginal es cierto que pueden existir molestias incluso puntos en la vagina y el periné que son signo de potenciales lesiones y factores de riesgo de posibles síntomas, pero no olvides que muchos factores que deterioran el suelo pélvico son propios del embarazo.

- Además tras una cesárea, tu ginecólogo te recomendará que no te quedes embarazada de nuevo hasta que no hayan transcurrido dos años. Además normalmente se recomiendan solo dos cesáreas, no más. Estos aspectos pueden afectar directamente a tu proyecto vital y familiar. Tras un parto vaginal estas restricciones no son necesarias. Es debido a que los puntos internos deben quedar bien cicatrizados y el útero estar listo para distenderse de nuevo en otro embarazo y estar preparado para un nuevo trabajo de parto.

¿Y tras una cesárea, tendré otra cesárea? 

No necesariamente. Puedes tener un parto vaginal, claro que sí. Cada embarazo y cada parto es diferente. 
Eso sí, siempre que esperes el tiempo indicado (aproximadamente dos años) para quedarte embarazada de nuevo. Si el siguiente embarazo viene muy seguido, tu ginecólogo seguramente programará una cesárea para evitar riesgo de complicaciones importantes. Si estima que tu útero no soportará las contracciones durante el parto será otra cesárea.

Por todo esto, es importante después de una cesárea (al igual que tras un parto vaginal) valorar además del abdomen, el suelo pélvico.

Según el tipo de parto, se programarán los ejercicios más indicados para la recuperación completa y eficaz de todo el conjunto abdominal y pélvico. 


Esperamos que os haya gustado esta entrada y hasta pronto.
Un saludo de Beatriz y Rocío.

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