¿Qué es el suelo pélvico?
El suelo pélvico es una estructura compleja compuesta por músculos y tejido conjuntivo, es decir, tejido más fibroso y fascial. Está situado en la parte más profunda de la pelvis y en su base, con una estrecha relación con los órganos de las funciones sexuales, urinarias y defecatorias.
La pelvis es hueca y está llena de órganos. Por eso es muy importante que su suelo, que lo sustenta todo, sea fuerte y firme, pero a la vez flexible y adaptable para permitir la sexualidad, la micción, la defecación o el parto.
Las funciones más importantes del suelo pélvico son:
1- Sostén de las vísceras pélvicas y abdominales (estómago, intestinos, vejiga, útero, próstata…)
2- Participa en la sexualidad, el parto, la defecación, la continencia urinaria y anal, la retención de los gases…
3- Estabiliza el contenido de la pelvis en los esfuerzos, en la tos, el estornudo,… siempre que se genera una presión hacia abajo desde el abdomen que repercute inevitablemente en el contenido de la pelvis y el suelo pélvico.
4- Participa en la estabilización de la postura, siendo esencial junto con la musculatura profunda de la espalda, el diafragma de la respiración y los abdominales, en el enderezamiento del tronco y en el movimiento de la región baja de la espalda, la zona lumbar.
¿Cómo puedo descubrir mi suelo pélvico?
Se sitúa entre el pubis y el coxis, en la zona central genital. Puedes descubrirlo de varias maneras. Solamente debes concentrarte en sentir y tener buena imaginación.
- Imagina que cierras los esfínteres para retener un gas o la orina. Siente qué partes de tu cuerpo se activan, sobre todo deberías sentir la parte genital y anal, no el vientre, los glúteos o las piernas.
- Mírate con un espejo la zona anal y observa qué sucede cuando cierras y presionas para evitar la salida de un gas o de la orina. Deberías ver cómo se marcan más, las rayitas del ano, que se cierra y que sube hacia dentro de tu cuerpo. Sin embargo, cuando tratas de expulsar el gas, deberían relajarse y abrirse, marcarse menos.
- Siéntate con una toalla enrollada entre las piernas y pon tu espalda recta y relájate. Concéntrate para sentir: ¿Qué pasa cuando toses? ¿Y cuando haces fuerza imaginando que vas a defecar o expulsar un gas? ¿Qué sientes cuando aguantas las ganas de orinar o retienes un gas? Deberías notar como se abomba hacia la toalla al hacer fuerza de defecación y expulsar gases, se debería relajar, mientras que al toser y aguantar las ganas deberías sentir que se activa y se aleja de la toalla, contrayéndose.
Si no notas claramente las diferencias, si tienes dudas respecto a lo que haces o claramente, haces lo contrario de lo que he explicado, debes pedir cita con tu fisioterapeuta de suelo pélvico para una valoración. Es muy posible que tu conciencia sobre la zona sea deficitaria y que, necesites mejorar el control. A pesar de que hoy no tengas síntomas o incluso si te encuentras bien, a medio o largo plazo, algo que no funcione bien en tu suelo pélvico puede causar problemas en el futuro.
Más vale prevenir que curar.
Son consejos de tus fisios de suelo pélvico.
Beatriz y Rocío.