Conciencia del propio cuerpo
Llamamos propiocepción a la capacidad de tomar conciencia sobre nuestro propio cuerpo, su posición y movimiento en el espacio. Aprender a sentir el cuerpo, entender sus señales, respetar sus límites y trabajar con amabilidad y cariño hacia nosotras mismas. No debemos forzar ni ignorar las molestias durante el entrenamiento. Para corregir la postura debes mantener una buena actitud mental de respeto, gratitud y atención cuidadosa durante el trabajo corporal, para ir a favor y no en contra de nuestro propio cuerpo.
Auto-elongación: crecer desde la coronilla hacia el cielo
Otro principio básico para la reeducación postural es el de auto-elongación del cuerpo. Es esencial para activar la musculatura profunda y estabilizadora de la postura: abdomen, suelo pélvico, erectores de columna y diafragma. Es básico para la gimnasia correctiva terapéutica activar el estiramiento de la postura y crecer, tomando firme contacto con el suelo y estirando activamente toda la columna vertebral hacia el cielo.
Respiración amplia
La capacidad respiratoria, la amplitud y constancia del flujo del aire, es fundamental durante el ejercicio terapéutico. Nunca hacemos ejercicios sin respirar. Debemos respirar constante y profundamente durante los ejercicios.
Puedes enfocar la respiración en dos lugares: en la región costal, en el pecho; o bien en el abdomen, realizando una respiración diafragmática. La respiración que llamamos completa será la que combina ambos tipos de respiración, alta-costal y baja-diafragmática.
Tenemos 3 curvas en la columna vertebra: cervical, dorsal y lumbar. La curva media de la espalda, la curva dorsal o torácica, es la más importante de las tres desde la perspectiva de la postura. Es la más rígida e inflexible de las tres y sus restricciones repercuten en la hipermovilidad de cervicales y lumbares. Mejorar la movilidad y elasticidad de la región dorsal mejora la respiración y el equilibrio vertebral, previniendo sobrecargas en regiones cervicales y lumbares.
La tensión activa que se genera en el trabajo postural de estiramiento debe manejarse con la respiración diafragmática, es decir, con el movimiento amplio y generoso del centro de nuestro cuerpo.
Trabajo suave y mantenido
Si mantenemos el tiempo suficiente un estiramiento moderado. Por eso, para la reeducación postural no se requieren ejercicios bruscos ni rápidos, no hay repeticiones, sino un trabajo activo y mantenido de intensidad media-alta, en determinadas posturas, alineando correctamente y desrrotando los segmentos corporales; evitando las compensaciones.
Daremos elasticidad a los músculos acortados y tonificaremos los más débiles para mantener en equilibrio las cadenas maestras musculares anterior y posterior, más importantes.
Relajación y calma
Al final de las clases, siempre dedicamos 10 minutos a la calma y la relajación. Toda la clase se trabaja en un estado de atención plena y conciencia corporal. Al final nos dedicamos atención en calma interior y exterior, buscando relajación y respiración profunda que active nuestro sistema nervioso parasimpático, el sistema de la regeneración y la restauración.