La menopausia en sí, se se considerará cuando la menstruación ya ha faltado durante 12 meses seguidos. Esta etapa también se llama “climaterio” y puede comenzar a los 45-50 años años.
Los estrógenos
que produce el ovario son las hormonas femeninas más importantes del ciclo menstrual y su deficiencia provoca numerosos cambios en la mujer además de la falta de regla. A nivel hormonal, se produce una disminución de estrógenos que puede dar lugar a cambios en el metabolismo celular y afecta a todos los niveles del organismo de la mujer. Muchas mujeres no notan casi sus efectos o lo hacen de forma muy progresiva pero en otros casos el déficit brusco de estrógenos puede causar síntomas diversos a nivel físico como psico-emocional como:
• Depresión, ansiedad, irritabilidad y lapsos de memoria.
• Fatiga, insomnio, cambios de humor.
• Osteopenia, sofocos y alteraciones de la termorregulación.
Y a nivel vaginal y sexual también hay cambios que pueden producir posibles síntomas
como son:
• Amenorrea y falta de sangrado menstrual.
• Sequedad vaginal.
• Disminución del colágeno y adelgazamiento del epitelio vaginal.
• Pérdida de la presión del cierre uretral.
• Aumento del PH uretral y vaginal promoviendo cambios en la flora vaginal lo que aumenta el riesgo de infecciones bacterianas.
• Disminución del deseo sexual.
Todos estos cambios pueden provocar sequedad, sensación de quemazón, molestias o dolor en la penetración
acompañarse de debilidad muscular
en general que también pueden afectar al suelo pélvico de la mujer dando lugar a una serie de cambios a nivel genital y a nivel del tracto urinario inferior. Los síntomas más comunes son relacionados con al micción son: dolor al orinar, urgencia miccional, frecuencia, incontinencia urinaria, y con la sexualidad debido a los cambios de la pared vaginal: sequedad vaginal, escozor, quemazón y dolor en las relaciones como ya hemos comentado.
Fisioterapia específica para la perimenopausia y la menopausia:
Por todos estos cambios es importante hacer una valoración de suelo pélvico
antes de esta etapa para poder prevenir
estos posibles problemas. Si ya sientes alguno de estos síntomas, tranquila, tienen tratamiento.
Además, pueden existir factores que aumenten el riesgo de padecer por ejemplo incontinencia urinaria en esta etapa como son:
• Número de partos y embarazos.
• Cirugías previas abdominales o pélvicas como la histerectomía.
• Sobrepeso
• Tos crónica o esfuerzos físicos frecuentes
• Deportes de impacto como correr
El entrenamiento y cuidado del suelo pélvico en esta etapa será fundamental prevenir estos problemas.
La fisioterapia ayuda a prevenir y evitar que aparezcan estos síntomas tan incómodos y cuando ya se han establecido los mejora incluso los soluciona en la mayoría de los casos.
No es un tratamiento doloroso ni molesto, a veces os hace raro las primeras sesiones pues se trabaja tanto dentro como por fuera de la vagina pero realmente es muy eficaz valioso.
Prevención y tratamiento fisioterápico:
En consulta, tras una valoración y ajustándonos a las necesidades y cualidades de cada mujer utilizamos técnicas externas pero también internas, dentro de la vagina. Muchas técnicas se aplican en consulta pero otras se recomienda a la paciente que las continúe realizando en casa y como mantenimiento a largo plazo.
Fundamentalmente recomendamos para casa:
1. Masaje perineal interno y externo. Os enseñamos en consulta realizarlo e incluye estiramientos y relajación de la musculatura del suelo pélvico y de las paredes vaginales.
2. Calor local.
Con sacos de semillas o paquetes calientes, o con aparatos específicos que ascienden la temperatura hasta los 42 grados máximo y que activan la circulación sanguínea, estimulan y relajan la vulva y los músculos superficiales.
3. Ejercicios de contracción y relajación del suelo pélvico, entrenando según las cualidades de cada mujer. Al hacer ejercicio sus músculos se fortalecerán y desarrollamos las paredes vaginales.
4. Vibración.
Aconsejamos comprar y utilizar regularmente vibradores o consoladores vaginales. En consulta disponemos de un gran surtido y normalmente los probáis con nosotras para elegir y acertar en más adecuado para cada una tras una experiencia supervisada. Existen múltiples modelos de diferentes tamaños y formas. Mejor invertir sobre seguro.
5. Estiramientos y movilidad pélvica.
Muchas ocasiones debemos relajar y movilizar la pelvis en su conjunto y os recomendamos movilidad pélvica, ejercicios de estiramiento de caderas o de suelo pélvico en especial. Ejercicios tipo danza del vientre, movimientos sexis con música inspiradora, rotaciones de cadera, posturas de yoga...
Y en consulta trabajamos de forma específica:
1. Diatermia externa e interna
con masaje manual o con electrodo intravaginal (siempre protegido y con medidas de higiene). Proporciona un calor muy agradable y es bioestimulante a todos los niveles: elastifica las paredes, mejora l trofismo de la mucosa vaginal, activa al circulación sanguínea, mejora la calidad del colágeno, rejuvenece la vagina y los labios, mejora el tejido muscular... Super eficaz.
2. Corrientes analgésicas y estimulantes:
Tonifican la musculatura y desarrolla la musculatura fortaleciendo las paredes musculares del suelo pélvico. Utilizamos un electrodo personal e intransferible para realizar el trabajo dentro de la vagina que es más eficaz.
3. Laser o ultrasonido
si fuera necesario.
Esperamos que os haya gustado esta entrada y os anime. No debemos conformarnos cuando hay solución. Podemos vivir esta etapa de forma consciente y buscar la plenitud de la vida y de nuestra sexualidad.
Beatriz Gisbert y Rocío González.