Antes de la valoración del suelo pélvico:
Es muy importante antes de hacer la valoración, realizar una entrevista
para conocer a la persona, saber qué le pasa, qué molestias tiene, desde cuando... Y unas cuestiones respecto a tu salud en general y saber antecedentes, enfermedades previas, operaciones quirúrgicas,... Sobre todo nos interesa saber hábitos , problemas o cuestiones relacionadas con la micción, infecciones, defecación, sexualidad, dolor, embarazos, partos, problemas de espalda,...
Podemos entonces establecer una o varias hipótesis de la causa del problema principal, conocer más exactamente qué es lo que pasa y verificar efectivamente un diagnóstico tras la exploración.
Realizamos una exploración física completa (activa y pasiva) previamente a la valoración del suelo pélvico. Es muy importante realizar una valoración global: postural, columna vertebral, pelvis, abdomen, respiración, movilidad en general... Antes de pasar a valorar el suelo pélvico. Es muy importante para tener un enfoque integral de la persona.
Ideas generales sobre la valoración del suelo pélvico:
Lo primero que debes saber es que no te dolerá. Un requisito fundamental para trabajar y valorar correctamente tu suelo pélvico es que estés relajada y me aseguraré de que lo estés o te enseñaré a relajarte antes de valorar tu vagina o tu ano. Con delicadeza, intimidad y calidez como la zona requiere.
Antes de nada, los fisios nos fijamos en cosas diferentes a los ginecólogos, así que no te sirva de referencia tus experiencias o valoraciones previas. Es una valoración un poco diferente.
Valoración: Externa e interna.
Siempre con guantes, primero observamos, palpamos por fuera
y pedimos contracción, relajación, tos, pujo,... para ver cómo responde el suelo pélvico ante los diferentes estímulos.
Al final, suele ser necesaria una exploración intracavitaria, es decir, palpar por dentro de la vagina o del ano, pero con mucha delicadez y lubricación. En reposo, mientras contraes, durante un empuje o haciendo fuerza. Y también haremos una pequeña prueba de esfuerzo para ver tu capacidades musculares de fuerza, resistencia, velocidad y fatiga.
Debemos valorar:
- La piel y la mucosa: Coloración, cicatrices, lubricación,...
- Reflejos, sensibilidad, dolor,...
- Calidad y control de la contracción muscular
- Grado de fuerza, velocidad y resistencia de la muscular
- Capacidad de estiramiento o flexibilidad vaginal
- Situación o posible descenso de las vísceras.
- Contracturas, tensión de las paredes vaginales o anales y de los músculos.
Todo esto para poder enfocar mejor el trabajo que debemos realizar, adecuar los ejercicios o técnicas de tratamiento que serán necesarias y para poder enfocarnos en el verdadera causa del problema.
Conclusiones:
Dar el paso de acudir a consulta es signo de valentía y muestra el deseo profundo de la persona de cambiar, de mejorar y salir de la situación de incomodidad o enfermedad.
Esperamos que os haya servido esta entrada para no tener miedo y no tener reservas respecto a la valoración
y quitar falsas ideas erróneas sobre lo que supone venir a consulta. Es un ambiente íntimo y confidencial, cuidamos con delicadeza que te sientas a gusto desde el primer momento. La información es clave para tener más seguridad y confianza.
Es tan importante saber contraer como saber relajar y
saber relajar es un requisito necesario para poder realizar la valoración interna y tener claro el control sobre la zona. Si no se posee, es objeto de trabajo hasta que se pueda realizar en una segunda o tercera sesión si fuera necesario. No hay prisa, se realiza la valoración externa y se trabaja la relajación, pues la mujer debe estar preparada, sobre todo si hay dolor o miedo anticipatorio.
Son consejos de tus fisios de suelo pélvico.
Beatriz y Rocío.